sábado, 25 de octubre de 2008

Los vaivenes del crudo


Hace tres meses, el precio del barril de petróleo (159 litros) costaba 147 dólares; hoy, está bordeando los 70 dólares. Los más beneficiados con el alza histórica, eran naturalmente, los países productores y exportadores del crudo, entre los que se pueden mencionar a Venezuela, Irán y Rusia. Basaron en su poderío energético, su influencia política y social en Europa y en América. Hugo Chávez, presidente de Venezuela, hizo lo que quiso y dijo que lo que se le dio la gana a cualquiera que lo criticase por la simple razón de tener a "Medio Mundo" en la palma de su mano, incluyendo al mismísimo Estados Unidos de América, cliente frecuente de los venezolanos. En Rusia, Putin, máximo líder de la ex Unión Soviética, supo contrarrestar la influencia norteamericana en Occidente, al lograr que muchos países europeos y de la frontera con Asia, dependieran energéticamente de ellos. Fue tal su maestría política, que cuando decidieron invadir Georgia, el rechazo a la ocupación militar por parte de los líderes europeos, fue tibio. En Irán, el presidente Mahmoud Ahmadinejad, siguió adelante con sus planes nucleares, esos mismos que fueron condenados por la ONU, por Estados Unidos y por la Unión Europea. No se detuvieron por ningún motivo, ya que dicho país, cuenta con la segunda reserva petrolera más grande del mundo, argumento suficiente para ligarse a las potencias mundiales que muchas veces no pueden abalanzarse contra a la "Mano que les da de comer". Con el petróleo por las nubes, Chávez aumentó un 20% la inversión venezolana en su presupuesto anual, lujo que se podía dar cuando al mismo tiempo, muchos países del cono sur iniciaban planes de austeridad por la volatilidad en los precios del petróleo. Irán no dió pie atrás en sus pretensiones nucleares a pesar de las infracciones de la ONU, y Rusia, no se intimidó al tener a toda Europa "encima" por su afrenta militar en Georgia. Esa misma Europa, que debe depositar todos los meses en la cuenta corriente rusa si no quiere quedarse sin gas ni petróleo (literalmente).


Hoy, el panorama comienza a cambiar paulatinamente. Con el barril por los 70 dólares, los países abastecedores de crudo deberán tomar medidas de rigor, no sólo para seguir marcando presencia en el concierto internacional, sino que también para no provocar un déficit en el gasto interno de dichas naciones. Eso, bien lo sabe el "amigo personal" de Fidel Castro, aunque no ha dado luces de inferioridad, está consciente de la amenaza que significa un precio tan cercano a los 60 dólares (piso económico para sustentar las arcas venezolanas). Desde ya, las voces disidentes renacen en Venezuela, y Chávez, amparado en su explosiva personalidad, advierte a los grupos opositores que usará todo el rigor de la ley para detener a las "manzanas podridas" del país caribeño.


Es el resultado de una economía mundial cambiante, con la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) pasando de ser dueños del mundo hace sólo 120 días, a "comerse las uñas" debido a la situación mundial, que dista de tal manera, que decidieron recortar la producción de crudo para tratar de detener la tendencia a la baja en los precios en los mercados internacionales. De todas formas, la "crisis" mundial no parece afectar en primera instancia los movimientos políticos de los líderes petroleros. ¿La influencia geopolítica de Rusia se verá afectada con el precio actual del crudo? Todo parece indicar que no. Putin fue austero en el momento adecuado, y puede resistir un tiempo considerable con los precios bajos. ¿Irán se detendrá ante la presión de una temida recesión y ante la protesta de los líderes mundiales? No lo hizo antes y seguramente no lo hará ahora. Ahmadinejad aprovechó la época de grandes ingresos y baja inflación para hoy, gozar de esa ganancia "extra" con el fin de continuar con sus proyectos, aunque, mirando de reojo la crisis de Wall Street y no bajando la guardia; ¿quién la bajaría con la recesión a la vuelta de la esquina?


Precios bajos en el petróleo y un dólar que sube semanalmente, son una combinación peligrosa para naciones como Chile, que importan el 99% de su espectro energético. El escenario actual, no permite luchar de gran forma para lograr detener el déficit y la inflación, que no ha tenido piedad desde diciembre del 2007 hasta septiembre de este año, cuando las arcas chilenas fueron duramente golpeadas por los coletazos de la crisis mundial financiera. A su vez, el cobre, principal sustento económico chileno, también ha visto una baja considerable en su precio, índice no menor que podría mermar los excedentes que se obtenían de manera abundante y prolonganda. Todo apunta, a que la época de bonanza se acabó para todos, independientes y dependientes energéticos. En todo caso, en un mundo globalizado a gran escala como el de hoy, hace mucho, que todos dependen de todos.

Marcará la diferencia, qué tan tolerantes sean los líderes mundiales para superar diferencias y aunar fuerzas, de esas que hacen falta en una región tan débil, precaria y condicionada como la latinoamericana.

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