sábado, 18 de octubre de 2008

De las cenizas, renace el "Gladiador olímpico"

Es cierto que ya tiene 29 años (veterano dentro del circuito de la ATP); es cierto que nunca tuvo un talento arrollador; es cierto que este año sólo ha tenido buenos resultados en torneos Challenger; y es cierto, que en algún momento, todo Chile perdió la fe en él. Pero Nicolás Massú ha demostrado el ímpetu, las ganas, el amor propio y la garra que lo ha llevado a seguir jugando y batallando en los momentos más difíciles, cuando perdía en la segunda ronda de algún torneo de tercera categoría, o se quedaba en la qualy de un Grand Slam. Era aquel "Nico", que ya estaba cerca del lugar 130° del circuito, sobrepasado por Paul Capdeville, que se afirmaba como segunda raqueta en importancia a nivel nacional. Pero el viñamarino insistía y afirmaba qué estaba entrenando de gran manera y qué en cualquier momento, llegarían los buenos resultados.

Muy criticado por los medios de comunicación, cuestionado por los expertos en la materia, y con más de algún sentimiento encontrado, el “Vampiro”, apelaba a su entereza mental y a su obcecada fe en sí mismo, para salir del mal momento por el que atravesaba. Por muchos meses, intentó retomar el rumbo perdido, jugando la etapa de clasificación de los torneos de primer nivel, pero no tuvo grandes resultados, llegando con muchas dificultades a las primeras rondas, siendo derrotado, muchas veces, por un “desconocido”. Aquella situación, lo llevó a buscar otra fórmula para poder subir en la clasificación y luchar nuevamente en las competiciones donde estuvo acostumbrado tantos años. Finalmente, optó por enfocarse en torneos Challenger, para retomar la alicaída confianza, lograr buenos resultados, y volver al sitial que un jugador de su naturaleza, merece con creces. Es así como Nicolás Massú se hizo un jugador activo dentro de la llamada “Segunda división” del tenis. Y su opción no pudo resultar mejor. Tras adjudicarse el torneo Challenger de Croacia, el viñamarino, se dispuso a recorrer Latinoamérica, con el circuito de tenis Petrobras, logrando grandes resultados y escalando a las posiciones que merecía un jugador de su categoría y por las que por muchos años, defendió con profesionalismo. Obviamente, el camino no fue fácil, y no todas las semanas eran de gran factura, pero viéndolo a grandes rasgos, el último trimestre del otrora campeón olímpico, ha sido simplemente esperanzador.


Luego de quedar eliminado en la qualy del último Grand Slam del año, el US Open, Massú sólo pensó en la Copa Davis y en los torneos Challenger que le sucedían a la competición por la ensaladera de plata. Luego de vencer a Australia en Antofagasta, con gran actuación de Massú, se dispuso a recorrer el continente con el circuito de tenis sobre arcilla. Junto a Paul Capdeville, fueron jugando en cada fecha de los torneos latinoamericanos, decisión que les trajo buenos dividendos, ya que ambos se llevaron títulos de lugares distintos. Massú campeonó en Brasil, en el Challenger de Florianópolis. Ese logro, le permitió reingresar al selecto grupo de los mejores 100° del mundo, quedando en el lugar 90° del ranking. El sitial, lo había perdido durante el primer trimestre del año, tras una magra campaña en el circuito de la ATP por Latinoamérica, quedando fuera en primera ronda de Viña, y despidiéndose tempranamente en los siguientes torneos.


Esta semana intenta llevarse el Challenger de Montevideo, en la que ya se instaló en la final tras vencer al español Ventura, para luego ir a Buenos Aires, y terminar todo en Santiago con la Copa de Campeones. Al paso que va, el "Nico" ya está instalado cerca del lugar 80° del ranking, factor de suma importancia pensando en la próxima temporada, ya que podrá jugar nuevamente los torneos de primer nivel mundial, algo que no ha podido realizar de forma constante desde el 2007.


Quemando sus últimos "cartuchos" como profesional, el viñamarino tiene mucho por escribir en una historia y carrera gloriosa, esa que un día unió a todo Chile cuando Massú caía al suelo tras ganar la mítica medalla olímpica en Atenas. 4 años después, la situación no es igual para el ex número 9 del mundo, pero con la palabra imposible fuera de su vocabulario, Nicolás Massú puede lograr lo impensado. Ya lo demostró en el 2004. El 2009 tendrá una nueva oportunidad, quizás el último gran "asalto" en la carrera del héroe nacional.

No hay comentarios: