Hoy se llevó a cabo con relativa calma, las elecciones municipales de todas las comunas de Chile. 342 comunas vivieron procesos electorales para elegir a un nuevo edil, o reelegir al candidato que llevó las riendas del municipio por 4 años y que hoy, quizo prolongar su estadía en la entidad pública. Porsupuesto que los ojos están puestos en los principales focos eleccionarios, tales como la comuna de Viña del Mar, Valparaíso, Santiago y Concepción.
En la primera, Virginia Regginato, lucha por retener su privilegiado status y todo parece indicar, que la militante de la UDI (Unión Demócrata Independiente), seguirá al frente de la Ciudad Jardín. En Valparaíso, el alcalde de la Democracia Cristiana, Aldo Cornejo, mantiene una lucha cerrada voto a voto con el candidato de la UDI, Jorge Castro, quién, durante la campaña, dimensionó las reales posibilidades de quitarle la alcaldía a Cornejo debido al descontento general de los habitantes del puerto más famoso de Chile. Cerca de las 20.00 horas, el conteo indicaba un virtual empate entre ambos candidatos, alcanzando ambos, un 44% de las preferencias.
Más al sur, Jacqueline van Rysselberghe, abanderada de la UDI, puja por obtener su tercer período consecutivo al frente de la comuna de Concepción. La "mujer fuerte" de la Derecha, espera ganar las elecciones municipales con un 60% de las votaciones. Al frente, está el socialista, Ariel Ulloa, quién no ha logrado la adhesión que esperaba, ya que, la aceptable gestión de Van Rysselberghe, se suma al escaso apoyo a un partido que no puede romper la tendencia en la Octava región.
Sin duda alguna, la pelea menos estrecha pero más comentada, es la del ex alcalde de La Florida, Pablo Zalaquett y el demócrata Cristiano, Jaime Ravinet, quién aspira a volver a ocupar el sillón del gran Santiago, que dejó en manos de Joaquín Lavín en el 2000. Hasta el momento, Zalaquett, representante de la UDI, domina las votaciones con cerca del 48% de las preferencias. De continuar con dicho porcentaje, la Derecha estaría haciendose por tercera vez consecutiva con la alcaldía de Santiago, ya que después de la gestión de Lavín entre el 2000 y el 2004, Raúl Alcaíno, ex conductor de televisión y alineado con la Alianza por Chile, se convirtió en el alcalde de dicha comuna teniendo como punto alto, la estabilidad sustancial del déficit económico que sufrió la municipalidad cuando Ravinet fue el edil de Santiago.
Los políticos más connotados de Chile, tanto de Derecha como de Izquierda, acudieron a las urnas en un día que tildaron como "la fiesta de la democracia". Más allá del optimismo reinante, los representantes de la UDI y de RN, fueron tajantes en señalar que ésta contienda electoral, será un buen apronte para pronosticar las reales posibilidades de la Derecha de llegar a la Moneda en el 2010. A su vez, reconocen que perder contra la Concertación por unos 5 ó 6 puntos porcentuales, sería considerado como un avance significativo y no como una derrota, ya que en las pasadas elecciones municipales, la Oposición, se inclinó por un 10% de diferencia. "Lo importante en las elecciones es la tendencia. Y cuando una fuerza va creciendo, como se demostrará en esta elección con la Alianza, y otra va decreciendo, como la Concertación, las posibilidades de que en un año más ganemos (las presidenciales) son muy altas", indicó Jovino Novoa, senador de la UDI, que ve con optimismo el porvenir electoral favorable para su conglomerado. Por su parte, un serio aspirante a candidato presidencial de la Concertación, José Miguel Insulza, afirmó que la Izquierda seguirá primando en la preferencia de los ciudadanos y que el Oficialismo seguirá al mando del Gobierno y de Chile por la buena gestión y el apoyo general de la nación.
Hoy Chile habló, el país votó, y conglomerados de todos los partidos celebran o lamentan el avance significativo de la Derecha, que poco a poco, comienza a retomar la confianza de la gente, en desmedro de una Izquierda debilitada, dividida y con pocas opciones de retener su poderío comunal y nacional. De todas formas, el 2009 será un año trascendental, ya que a pesar de la deficiencia en la gestión de la Concertación, nada está resuelto y el ganador, de seguro, tendrá que dar más de una batalla.
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