jueves, 9 de abril de 2009

La vida es un ratico


Ha fallecido Ramón Díaz. Estudiante de Comunicación, compañero, conocido, amigo, hijo y hermano. Ha dejado de existir un hombre conocido por muchos como Blue, un joven que rondaba los 20 años, y que en un segundo, vio truncada su vida, sus metas, aspiraciones y proyecto de vida, cuando recién comenzaba a caminar por un destino marcado por un accidente que oscureció aun más la madrugada del miércoles.

De un momento a otro, el impacto de su deceso marcó el inicio de una semana santa especial. No serán días comunes, ni el lunes, será un inicio de semana más. La comunidad universitaria está de luto, y aunque hay esbozos de costumbre en torno a la muerte de tantos amigos, el fallecimiento de un ser humano con el que se compartió un aula, sigue siendo de mucho impacto y tristeza.

Da para pensar tantas cosas, pero sin duda, que la muerte de Ramón baja los humos de la cabeza, y enseña que la vida es tan corta como insegura. No se sabe cuando partiremos, ni como lo haremos. Nadie sabe cuando será nuestro último instante, y si ese momento llega en el minuto preciso.

Me quedo con tantas preguntas que muchos encajan con un "Dios sabe porqué hace las cosas", pero yo voy más allá, y digo, que la vida muchas veces no tiene ni algo cercano a un color rosa. Es simplemente la vida, que hay que vivirla, gozarla y sentirla cada minuto que pasamos, existiendo de momentos y no del paso del tiempo. Llorar en los malos instantes, y reir cada vez que nos damos cuenta que estamos presenciando un segundo de goze, es lo que determina nuestra vida.

Ramón se ha ido, y nos dejó el recuerdo de su vida. Con 20 años en el cuerpo, no tengo la menor duda de que hubo muchas cosas que no pudo hacer; hubo muchas risas que no pudo esbozar; hubo muchos llantos que no pudo desatar; y hubo muchos recuerdos, que no podrá construir.

Lo único que nos queda es seguir viviendo y homenajear a los que ya no están, seguir riendo y llorando, seguir gozando y seguir trabajando, seguir aquí, en la vida, en el día a día, que tantas veces nos impacta y nos marca, como aquella noche que no le volvió a mostrar la luz del día a un ser humano, que dejó la vida, y se confundió en la oscuridad.

No hay comentarios: