Un set alcanzó a sacarle Chile al equipo de Croacia antes de ceder la serie por un contundente 3-0. Nada se pudo hacer ante la enorme superioridad de los locales, sobre todo si se medían ante un disminuido conjunto chileno, que sin su principal carta, Fernando González, perdieron inapelablemente los dos partidos de singles y el dobles, aunque este último fue más luchacho, finalmente fue cedido a los croatas que mucho antes de comenzar la serie, ya daban por sentado que estaban en los cuartos de final de la Copa Davis.
Las semanas previas al match copero estaban cargados de desconfianza, incertidumbre y aires de pesimismo, ya que la única esperanza concreta, por lo que venía haciendo en la temporada, era la raqueta número uno de Chile, Fernando González, quien tuvo que retirarse de la serie por una dolencia en la espalda, complicación que venía arrastrando desde finales del año pasado, cuando incluso, optó por retirarse de la temporada a falta de un mes para el final del tour.
El nuevo escenario dejaba a los chilenos mal parados de cara al duelo en Croacia, y de paso, le daba un peso extra al desbaratado Nicolás Massú, que aun no puede ganar un sólo partido en lo que va de temporada, ya que ha perdido en todas las primeras rondas de los torneos que ha participado. Sin dudarlo, afirmó que "echarse" el equipo al hombro, no sería alguno nuevo, y que debían afrontar de la mejor manera el duelo sin su principal jugador. Su vasta trayectoria en partidos de la Davis, le daban un status de protagonista, a pesar de su alicaído rendimiento y peor ránking, que incluso, lo dejaba como segundo singlista detrás de Paul Capdeville, aunque en última instancia, el capitán, Hans Gildemeister, optó por Massú para comandar al equipo en calidad de primera raqueta nacional.
Por lo anterior, el primero que saltó a la cancha fue el ex campeón olímpico, teniendo al frente al segundo singlista de Croacia, Mario Ancic. De principio a fin, el saque del local fue simplemente demoledor. Massú nunca pudo encontrarle la vuelta al servicio de Ancic, y fue vapuleado en tres sets, y sólo en el tercero, el chileno pudo sortear con algo más de éxito al show del croata que se hizo con el primer punto y el comienzo de la aplastante victoria en Porec. Luego fue el turno de Paul Capdeville, pero su partido era más bien apelado al milagro que otra cosa, ya que al frente tenía a la sensación del momento, Marin Cilic, tenista número uno de Croacia y la gran apuesta de esa nación para futuras competiciones. En una hora y 33 minutos de juego, Capdeville fue aplastado por Cilic, que jamás le dio ninguna opción, sumado a la escasa resistencia del chileno que estuvo falto de competencia y de actitud para este tipo de choques tan trascendentales. En definitiva, el primer día era para el olvido, y los croatas comenzaban a confirmar sus aires de triunfalismo, ante un equipo chileno carente de tenis y seguridad.
De esta forma, Chile llegaba al segundo día de competencia, donde una vez más, Massú y Capdeville saltarían a la cancha para tratar de lograr lo imposible, y abrir una ventana de esperanza que les pudiera devolver la confianza y buscar la victoria. Nada de eso; en 4 sets, Cilic y Ancic dejaron en el camino de la Davis a la dupla nacional, que jamás se pudo afianzar, y sólo resistieron con garra y tenis en el tercer set. Luego, todo volvería a la tónica de la serie, ya que el dobles croata logró imponerse en la cuarta maga por 6-4 y así, llevarse el punto restante que necesitaban para meterse en cuartos de final a esperar lo que ocurra entre Estados Unidos y Suecia, aunque los norteamericanos corren con ventaja para toparse con Croacia en la siguiente instancia.
La situación de los chilenos no dista mucho de la temporada pasada, ya que en la misma fase, cayeron ante Rusia en La Serena por paliza, lo que condenó a Chile a jugar el repechaje frente a Israel, cayendo por 3-2 en Europa. Lo anterior, obligó a Chile a pelear por no descender de categoría, y tuvieron que enfrentar a Canadá en suelo nacional, logrando una victoria satisfactoria, lo que los dejó en buen pie para luchar por reingresar al grupo mundial. En Chile, enfrentaron a Australia, fuerte en el papel, pero que sin su singlista principal, Leyton Hewitt, la tarea se hizo más accesible y Massú y González le dieron los pasajes a Chile al grupo mundial, donde les tocó el equipo croata, que nunca vez más los dejó en el camino y con las ganas de hacer algo importante, cuando ya se acaban las opciones y el tiempo activo de los principales tenistas nacionales.
Con la caída ante Croacia, Chile deberá aguardar por el sorteo que lo empareje con un equipo para luchar por la permanencia en el grupo mundial. Sin González, la tarea se hizo demasiado pedregosa, ya que Massú no ha mostrado su tenis de antaño hace bastante tiempo, y Capdeville nunca ha tenido reales condiciones de enfrentar el tipo de partidos que exigen temperamento y talento. Con ello, Chile nunca fue un rival de peso, siendo que ya se consideraba difícil de sortear cuando González estaba en los planes de Gildemeister. Más lo fue, sin el "Bombardero de la Reina", que tuvo que desistir de participar por complicaciones físicas que lo han mermado en los últimos meses.
Es tiempo de evaluaciones, y el margen no es muy amplio. Gildemeister debe replantearse qué está ocurriendo con el equipo, y cuales son sus reales opciones de hacer algo importante. Lo que quedó claro fue que sin Fernando González, jugando en el exterior, la serie está casi condenada para los chilenos. Massú difícilmente retomará el nivel de temporadas anteriores, y a sus 25 años, Capdeville parece haber tocado el techo de una carrera poco destacada.
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