sábado, 14 de febrero de 2009

"Burbujas de amor" en el Olímpico


Simplemente magistral. Juan Luis Guerra deslumbró al público de República Dominicana en un espectáculo lleno de magia, música y emociones, que desbordaron a las cerca de 50.000 almas que llegaron hasta el Estadio Olímpico Félix Sánchez, en busca de rememorar las canciones y coronar la celebración del día del amor junto al quizás, artista dominicano más grande de todos los tiempos.

Con media hora de atraso, el grupo que se encargó de encender a los asistentes, fue Calor Urbano, y con un espacio de media hora, logró incentivar al público y darle el paso al "plato fuerte" de la noche, el aclamado Juan Luis Guerra y su Travesía, que llegaba al destino más querido por el artista, su natal Santo Domingo.

30 minutos después de la correcta presentación de Calor Urbano, el avión en la pantalla despegaba y anunciaba el arribo del astro dominicano al escenario del Olímpico, ante la ovación ensordecedora de los fanáticos, que alentaban para que Guerra hiciera su aparición y cantara las canciones que han marcado una época, llevando la cultura caribeña a todo el mundo. No por nada, Juan Luis guerra ha llevado su Travesía por distintos países, incluyendo naciones de Europa, que se rindieron a los pies del dominicano.

Ojalá que llueva café en el campo, El costo de la Vida, Burbujas de Amor, Sólo tengo Ojos para ti y tantas otras, llenaron al público de romanticismo y emoción, coreando cada frase de los verdaderos "poemas" del cantautor dominicano. Al mismo tiempo, por ser una fecha especial, Guerra interpretó canciones tan emblemáticas como Bachata Rosa y Que me des tu cariño, marcando momentos de la noche para los enamorados que colmaron las gradas y la cancha del Olímpico a más no poder.

Guerra, acompañado de la banda "440", supo nivelar cada detalle del concierto, adhiriendo a su repertorio, interpretaciones por parte de su coro y muestras musicales llenas de talento por parte de los músicos que no pudieron ser menos, y demostraron por qué acompañan a un verdadero prodigio de la música, por el mundo.

Con el público cautivado, Guerra mezclaba clásicos como el Niágara en Bicicleta y La Bilirrubina, y nuevas composiciones de su último disco, "La llave de mi corazón", manteniendo un nivel de alta calidad escénica, aun cuando el sonido no lo acompañó en todo momento, las luces y el show en su totalidad, brindaron a la gente de todo el país, un espectáculo que valió la pena la espera.

Como Yo, fue una de las últimas canciones que marcarían la despedida del cantante, elevando al público a un nivel de éxtasis pocas veces visto. Su despedida final, fue simbólicamente magistral, al retirarse y subir al avión para seguir con la Travesía, que le ha reportado tantos éxitos y buenas críticas en los países que ha visitado.

Los fuegos artificiales vinieron a coronar un show electrizante, con la voz inconfundible de un hombre, un cantante y un dominicano orgulloso de su gente y de su tierra, sumado al talento infinito que posee, lo hacen un artista querido y aclamado a lo largo de toda su carrera, que tiene mucha historia por contar, y sin duda alguna, República Dominicana será testigo de conciertos tan emotivos como el vivido el 14 de febrero, memorable, lleno de amor y talento. Sólo como los que saben, Juan Luis Guerra confirmó una vez más, su sitial y la vigencia que lo mantiene como un verdadero maestro de la música hispanoamericana.

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