La cuarta ganadora de Latin American Idol, Martha Heredia, paralizó a República Dominicana en el último mes luego de que sus posibilidades de ganar el concurso se acrecentaran y lograra triunfar en el conocido concurso de canto que se popularizó con la versión norteamericana, American Idol.
La noche del miércoles 9 de diciembre, a eso de las 11 de la noche, las calles estaban vacías, a la espera del desenlace victorioso de su compatriota en busca de un premio demasiado agrandado para su real dimensión. Finalmente, y tras semanas de intensa lucha, la votación le había dado el cetro a Martha, “la Baby”, de sólo 18 años que llegaba del anonimato a ser un verdadero símbolo de esfuerzo para millones de dominicanos.
Muchos puntos llaman la atención. Lo primero es que miles de personas, que con suerte tienen para su comida diaria, dieron hasta lo que no tenían para votar por Martha, motivamos por la masa o por un sentido patriota que no floreció ni cuando hubo dos medallas olímpicas en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, una del púgil Félix Díaz y otra del campeón de taekwondo, Gabriel Mercedes.
Otra situación que causó revuelo, fue la “especial” dedicación que le dio Leonel Fernández a la competencia, llamando a votar por Martha, cuando miles de personas se mueren literalmente del hambre, cuando los robos en tiempos festivos aumentan descomunalmente y cuando los damnificados de las tormentas tropicales que han afectado al país siguen sin respuestas por parte de un gobierno “pegado” a la televisión viendo el desenlace del Latin American Idol.
Cuento aparte fue Miguel Vargas Maldonado, quien no encontró nada mejor que salir a repartir tarjetas para votar por Martha, cuando todo ese dinero pudo haber sido ocupado en cosas más prioritarias, o al menos en algo más trascendental que en un concurso relativamente nuevo y con grandes luces de estar arreglado.
A muchos dominicanos los han llamado antipatriotas por decir la verdad, por no caer en la ignorancia y por apoyar las cosas que realmente valen la pena apoyar y celebrar, como es una medalla olímpica en Beijing o la obtención del concurso Miss Universo, eventos con historia e impacto que han hecho de República Dominicana un país popular y diferente.
Martha es una joven de esfuerzo y talento, cosa que no se pone en duda. Pero, ¿Será para declararla hija meritoria de Santiago? ¿Será para llevarla al Palacio Nacional y homenajearla por su “determinante triunfo? ¿Será para declarar a República Dominicana “el país más feliz del mundo” como lo hizo Diario Libre?
Dudoso, por decirlo menos. Politizado, por todos lados.
La noche del miércoles 9 de diciembre, a eso de las 11 de la noche, las calles estaban vacías, a la espera del desenlace victorioso de su compatriota en busca de un premio demasiado agrandado para su real dimensión. Finalmente, y tras semanas de intensa lucha, la votación le había dado el cetro a Martha, “la Baby”, de sólo 18 años que llegaba del anonimato a ser un verdadero símbolo de esfuerzo para millones de dominicanos.
Muchos puntos llaman la atención. Lo primero es que miles de personas, que con suerte tienen para su comida diaria, dieron hasta lo que no tenían para votar por Martha, motivamos por la masa o por un sentido patriota que no floreció ni cuando hubo dos medallas olímpicas en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, una del púgil Félix Díaz y otra del campeón de taekwondo, Gabriel Mercedes.
Otra situación que causó revuelo, fue la “especial” dedicación que le dio Leonel Fernández a la competencia, llamando a votar por Martha, cuando miles de personas se mueren literalmente del hambre, cuando los robos en tiempos festivos aumentan descomunalmente y cuando los damnificados de las tormentas tropicales que han afectado al país siguen sin respuestas por parte de un gobierno “pegado” a la televisión viendo el desenlace del Latin American Idol.
Cuento aparte fue Miguel Vargas Maldonado, quien no encontró nada mejor que salir a repartir tarjetas para votar por Martha, cuando todo ese dinero pudo haber sido ocupado en cosas más prioritarias, o al menos en algo más trascendental que en un concurso relativamente nuevo y con grandes luces de estar arreglado.
A muchos dominicanos los han llamado antipatriotas por decir la verdad, por no caer en la ignorancia y por apoyar las cosas que realmente valen la pena apoyar y celebrar, como es una medalla olímpica en Beijing o la obtención del concurso Miss Universo, eventos con historia e impacto que han hecho de República Dominicana un país popular y diferente.
Martha es una joven de esfuerzo y talento, cosa que no se pone en duda. Pero, ¿Será para declararla hija meritoria de Santiago? ¿Será para llevarla al Palacio Nacional y homenajearla por su “determinante triunfo? ¿Será para declarar a República Dominicana “el país más feliz del mundo” como lo hizo Diario Libre?
Dudoso, por decirlo menos. Politizado, por todos lados.
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