sábado, 31 de octubre de 2009

21


Qué decir más que ya son 21 velas que soplo. No puedo pedir más porque he recibido más de lo que he entregado. He defraudado a tantos y he enorgullecido a otros. La vida es eso, un andar con piedras que nos detienen y enseñan. Somos un caminante que se hace camino al andar, con defectos y virtudes, aciertos y desaciertos, momentos de gloria y momentos de fracaso. Aquí estoy, una vez más, dándole las gracias a todos los que me han demostrado su cariño y aprecio, sin eso, no seríamos nada.

Me gusta pensar al más puro estilo de Frank Sinatra, y recordar siempre “que lo mejor está por venir” en un algún lugar y momento de mi existencia. Sólo eso, dar más de lo que te dan y sembrar para cosechar de lo bueno y lo malo, sacando de cada segundo, los fragmentos que armen el puzzle que es la vida y su eterno misterio.

Un año más para recordar, y un año más para homenajear a los que ya no están y tanto amor pudieron dar. Un año más para entonar, para celebrar, para crecer y valorar, para disfrutar de la grandeza de un pequeño beso, de lo memorable que resulta un abrazo y de lo valioso que suponen simples pero potentes palabras, frases que el viento no se las lleva, sino que el recuerdo se las queda hasta el último día.

Los quiero,

Felipe.

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