viernes, 7 de noviembre de 2008

El hombre del momento


Barack Hussein Obama, el flamante presidente de Estados Unidos, es el hombre del momento. Lo es por razones obvias; es el nuevo mandatario de la nación más poderosa e influyente del mundo, que a pesar de la crisis y del deterioro de su sistema capitalista, sigue marcando la pauta en el plano internacional.

Obama, de raza negra, que nació en Hawai hace 47 años, y algunos de ellos, los vivió en Indonesia, sabe, que su poder de convencimiento, carisma, personalidad, atracción y encanto, lo hacen un tipo excepcional por donde se le mire. El aún senador del estado de Illinois, que era un semi-desconocido para la mitad del mundo hace un año y medio, ha logrado lo jamás alcanzado; obtener gratitud, apoyo, adhesión y popularidad a más no poder; ha logrado que más de 60 millones de norteamericanos hayan creído en su proyecto, en su visión y en su ímpetu de cambiar el curso de Estados Unidos, del "país que ama" con vigor, con respeto y cordialidad. Ha conseguido, que los críticos más ácidos del país de norte América, Hugo Chávez y Fidel Castro, muestren con mesura, su aprobación por la elección de Obama, ya que, en muchas ocasiones, el presidente de Venezuela y el otrora mandatario de Cuba, se han inclinado por el demócrata por sobre McCain, que sería para ellos, la misma línea que ha seguido Bush en los últimos 8 años con resultados elocuentes en su mala gestión.

La inteligencia del abogado se le aprecia desde el momento en que pisa un escenario. Cuando dio su discurso de victoria por la presidencia en Chicago, Obama resaltó su capacidad de interpretación, inspiración y la propiedad de hablar y dirigirse a sus fanáticos con una clara idea de lo que quería conseguir, la rectificación de una campaña que arrasó en todo sentido. Los aplausos no se hicieron esperar, y el senador, coronaba un día que nunca olvidará; más bien, el día que la historia no olvidará jamás.

Muchos resaltaban la sarcástica idea de imaginar si "Obama fuera blanco". Barack Obama es de raza negra, y es aquel, el gancho perfecto que diferenció al egresado de Harvard del resto de los políticos aspirantes a la Casa Blanca, incluído su compañero de fórmula, Joseph Biden. El nuevo presidente, nunca utilizó de manera literal esa característica, ya que, siempre habló de "un Estados Unidos", y no de "uno blanco y otro negro". La unión de un país que tanto lo necesita, fue el argumento perfecto para seguir hundiendo a un debilitado McCain, que de longevo no sólo tenía en edad, sino que también, de pensamiento político.

Terminar la guerra en 16 meses, regularizar la situación de los millones de inmigrantes, proteger la industria norteamericana, derrotar al desempleo, controlar la crisis mundial, entablar relaciones diplomáticas con los países más "díscolos" y terminar con la era de violencia en el mundo, es el plan de "batalla" de un inexperto Obama, que bien puede ser un arma de doble filo para el primer presidente afroamericano, aunque también, lo puede usar a su favor, si sabe manejar las dificultades que trae consigo un puesto tan juzgado y demuestra que su campaña, sus dichos y sus ganas, se suman a su inteligencia, conocimiento y amor por cambiar el "abismo" por el "olimpo".

"Yes we can", es el slogan que utilizó Barack Obama durante su campaña, que se encargó de dejar en camino a Hillary Clinton, y que el 4 de noviembre, dejó sin más palabras que reconocimientos, a un McCain, que aunque nunca lo reconozca, sabía que su victoria, era más bien parecida a un milagro que nunca ocurrió. Con el slogan en mente, Obama se lanza a la aventura más importante de su vida, con un currículum limpio, puede marcar la diferencia; a partir del 20 de enero del 2009, el tiempo comienza a correr para un "histórico".

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