jueves, 10 de julio de 2008

Ingrid Betancourt: Cerebro Político


Todos saben que lo que ha pasado la ex candidata presidencial Colombiana, Ingrid Betancourt, fue un verdadero martirio. 6 años cautiva, en deplorables condiciones y un estado de salud preocupante, tenia a miles de personas preocupados y expectantes a lo que podía sucederle, incluso considerando el fallecimiento de la Colombiana, dada las condiciones y el contexto en el que estuvo sumida por muchos meses. Todo eso terminó para Betancourt hace una semana, y el mundo entero celebró emocionado el rescate de 15 rehenes que por mucho tiempo se desconectaron del mundo, prisioneros en una selva que no les daba tregua; desafío que pocos pueden salir a contar.

Ingrid Betanocourt salió a relatar su historia y de gran manera, abogando por los que aún permanecen en condición de rehén en manos de las FARC.
Pero me llama poderosamente la atención, que sólo unas horas después de haber salido de una burbuja tan espeluznante como el cautiverio en la selva, la Colombo- Francesa se haya podido desenvolver con tanta naturalidad y facilidad hacia los medios de comunicación, hacia las autoridades y hacia la gente, casi como si hubiese estado un par de días desconectada del mundo.

Lo otro que no deja de ser llamativo, es el manejo de la información de todo lo que acontecía alrededor de ella y en el resto del mundo, arengando a los colombianos desde Francia con un sin número de discursos, llenos de paz, esperanza y sin secuela aparente producto de sus más de 6 años incrustada en la selva.
Por otro lado, apenas se bajó del avión, se comenzó a especular con su candidatura a premios y a aspiraciones políticas, tales como el Premio Nobel de la Paz, y su futura convocatoria a las elecciones presidenciales colombianas. Esta última opción, la manejó de manera inteligente, afirmando que dentro del corto plazo sólo quería estar con su familia y que luego de un tiempo abordaría los temas profesionales que le competen. Luego de una semana, ya se esboza su carácter político, reuniéndole con cuánta autoridad importante pueda, entre ellos el presidente Francés, Nicolás Sarkozy, el Papa Benedicto XVI, y otros mandatarios alrededor del mundo quienes no pueden contenerse en invitarla a sus países a divulgar un mensaje de paz y prosperidad en un siglo tan violento, pero lo que hace Betancourt es más parecido a una campaña frenética por aunar votos en una hipotética campaña presidencial.

Si esto fuera así (y vaya que lo creo que es así), Ingrid Betancourt estaría aprovechándose de la imagen celestial y la enorme popularidad mundial de la que goza producto de su lucha humanitaria para ganar votos y confianza, algo que no se ve bien, si afirmamos que dicha imagen pacífica, se distorsiona con sus objetivos políticos futuros. Todo esto, me hace incluso pensar, que en el mismo avión, ya iba con un equipo asesor en todos los ámbitos, porque no me explico de otra forma, como una mujer, después de tantos años presa por una guerrilla, se desenvuelve tan bien en una sociedad que cambió mucho desde el 2002, cambios que parecieron ni notarse a la hora de hablar, ya que maneja todos los temas con un conocimiento coyuntural que sorprende.

No olvidemos que otras 14 personas fueron liberadas. Entre ellos, 3 norteamericanos, que sí parecieron sentir el peso de ser rehenes, ya que al ser rescatados, fueron trasladados inmediatamente a Houston, Texas, con el fin de internarlos en un centro de salud para examinarlos por completo, debido al impacto psicológico de estar preso en dichas condiciones, los cuales pudieron haberlos dejado con secuelas graves en su intento por reinsertarse en la sociedad después de tantos años. Lo anterior se refleja con el sumo cuidado de sus doctores y psicólogos, que poco a poco los han llevado por un proceso que los primeros días no los dejaban reunirse con sus familiares dado el impacto físico y psicológico que les hubiese causado verlos con esa rapidez, trayéndoles más perjuicios que beneficios. A estos norteamericanos, y a los policías y militares colombianos liberados, sí se les notó su desconexión con el mundo, ya que hubo una evidente dificultad para entender la dimensión de lo sucedido, además de no imaginar el impacto mundial en torno a su liberación, lo que obligó a los rescatados, a mantenerse en el anonimato por unos días; no así Betancourt, quién a los minutos de haber sido rescatada por los militares colombianos (versión oficial que no es del todo creíble), fue en busca de los micrófonos y cámaras que la pedían, porque tanto para los medios como para ella misma, es un negocio redondo sacar provecho de una situación tan poco humanista y digna.

No se puede entender como una mujer que lucía tan demacrada en videos y en testimonios escritos por ella misma, pueda moverse, hablar y desenvolverse con la facilidad física y mental con la que ella cuenta, dejando en la estela de duda, las posibles secuelas que trae consigo, algo que hasta ahora, ni se vislumbra.

Ingrid Betancourt, jamás gozó de una popularidad avasalladora en Colombia como para afirmar que era la próxima presidenta de la nación cafetera. Lo avalaban las encuestas que sólo le otorgaban un bajo porcentaje a la representante del movimiento verde "Oxígeno". Pero les aseguro, que luego de todo esto, la ignorancia de millones de personas, hará que la imagen de una Betancourt luchando por su liberación, se transforme en una idolatría política, es decir, usando su propio sufrimiento humano, muy cercano a la misma muerte, podría llegar a simpatizarle a millones de colombianos que jamás lo hubiesen considerado. Además de este hecho, que considero una inteligencia política, se suman los dividendos que han obtenido muchas personalidades, tales como el actual mandatario de Colombia, Alvaro Uribe, que goza de una popularidad de más del 80%, la cual se produjo tras la liberación de Ingrid. Por su parte, el presidente venezolano, Hugo Chávez, negoció muchos rescates con las FARC, lo que le valió una imagen conciliadora en latinoamérica y en el mundo. Esto también lo consiguió Sarkozy, presidente de Francia, el cual apenas asumió el mando del país galo, comenzó a buscar la liberación de Betancourt, la cual años atrás, en el 2003, fue por vía de millones de dólares por parte del estado Francés a las Fuerzas Armadas Revolucionarias, para que dejaran en libertad a la Colombo- Francesa. Dicho hecho, salió a la luz días atrás en la prensa mundial, debido a una investigación de uno de los computadores de los dirigentes de la guerrilla colombiana, el fallecido "Raúl Reyes".

Es satisfactorio, que poco a poco, la paz comienze a reinar en Colombia, pero no se puede dejar de lado, las suspicacias que despierta la activa vida de Betancourt tras pasar años presa en la selva, cosa no menor y que merece más atención, ya que la colombiana anda por la vida sin secuelas aparentes y con una carrera política igual o más activa que antes de ser secuestrada, sólo que esta vez, tiene a miles de personas alrededor del mundo apoyándola, gracias a su popularidad a costa de su sufrimiento como rehén, imagen que puede ser ciertamente ventajosa para los cerebros políticos como la propia futura candidata a la presidencia colombiana, Ingrid Betancourt.

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