lunes, 4 de mayo de 2009

Temblor en la "Familia del tenis"


Fernando González remece los medios de comunicación con cada partido que gana, y cada momento que ha construido a lo largo de 10 años de carrera, pero el “Bombardero de la Reina” también sabe de impactos mediáticos de otro orden, ya que estremeció a todos los fanáticos del tenis tras anunciar su definitiva e indeclinable renuncia al equipo chileno de Copa Davis, mientras se mantenga la actual directiva de la Federación de Tenis, encabezada por José Hinzpeter, reciente ganador de los comicios electorales hace algunas semanas.


El tenista explicó que durante el proceso eleccionario, no había hecho ningún tipo de declaración, pero ahora sería la única y exclusiva oportunidad donde el santiaguino hablaría, afirmando que la Federación jamás lo apoyó, aun cuando era en beneficio directo de dicha institución, del tenis y del país, entregándose por entero a Chile en cada competición de la Davis y otros, como su periplo olímpico en Atenas y en Beijing, teniendo como principal apoyo a su familia, a la cual se le había faltado el respeto, “la confianza y el honor”.


El retiro de González se prolongará hasta que Hinzpeter y toda la directiva actual permanezcan en sus funciones, condicionando su hipotética vuelta al equipo de Copa Davis, la cual vendría con la novedad de que todo el dinero que obtenga en las competiciones por el país, serán donados “en beneficio de todos los menores de Chile que tengan condiciones y sueños que pudieren truncarse por falta de apoyo y gestión dirigencial”.


A esta polémica, se le suman los cuestionamientos por parte de Massú, Capdeville y del propio González, a la administración de los dineros obtenidos en la fecha copera jugada ante Australia en septiembre del 2008, donde pidieron por medio de una carta, aclarar los números de dicho evento, amparados en algunas dudas que tenían por las ganancias que habían facturado, no sólo los tenistas, sino que también la Federación y la propia Municipalidad de Antofagasta, cede del match de Copa Davis.


Debido a la dimisión del mejor tenista criollo en la actualidad, los problemas para el alicaído equipo chileno aumentan, ya que durante este año, deben jugar por la permanencia en el grupo mundial, comandados casi con seguridad por Nicolás Massú, que lejos de su mejor nivel, no ha mostrado indicios de mejoría en su juego, mucho menos para duelos de la magnitud de la Copa Davis. Al viñamarino, se le sumaría Paul Capdeville, que durante las temporadas, sólo plasma destellos de talento y buen juego, que lo tienen poco acostumbrado a la consistencia y eficacia que demanda un equipo sediento de triunfo, pero más herido que nunca.


La directiva de la Federación de Tenis se ve en una encrucijada, cuestionados por el mejor exponente del tenis nacional, la situación no se ve alentadora para ellos, ya que tendrán que lidiar con la presión que les ha puesto Fernando González, teniendo a su haber dos caminos, dejar la Federación y permitir la vuelta del chileno, o mantenerse, y arriesgar a hundir a Chile en un pozo, que sin González, y con un Massú cada vez menos apto, con un fondo casi imposible de sobrellevar en el mediano y largo plazo.


De seguir con la situación actual en la denominada “familia del tenis”, la noche no sólo se le vendría al equipo de Copa Davis, sino a todo el medio tenístico de Chile, que aspira a ser un aporte al país en algunos años, aunque siempre impedidos por el escaso apoyo de empresas e instituciones, lejos de las visiones futuristas de las grandes potencias a nivel mundial, que cada año cosechan los frutos que sembraron al invertir en jóvenes promesas. El tiempo corre en contra, y en Chile, por ahora, no se comienza a sembrar.

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