El peor terremoto en 25 años que afectó a gran parte de Chile, y que desmoronó la esperanza de miles de personas, fue el motivo perfecto para revelar de qué está hecho el país: amor y solidaridad. Esto, por los 30 mil millones de pesos que Don Francisco y compañía, lograron reunir en más de 27 horas de transmisión de “Chile ayuda a Chile”.
La maratónica jornada vivida en el Teatro Teletón, fue la ocasión donde artistas, deportistas y periodistas, se juntaron para promover la conciencia de unión y ayuda que el país necesita, no sólo por el tema monetario, sino también por un tema de espíritu nacional, ese mismo que ha sacado a flote al país después de cada catástrofe, como la de 1960, de 1985, y ahora la del 2010.
La presidenta Michelle Bachelet, fue clara en señalar que esto es sólo el comienzo, y que los millones juntados, en comparación con lo que el país necesita para ser reconstruido (30 mil millones, pero de dólares), son sólo un ladrillo de la casa que debe ser levantada, aunque destacó la entereza, amor y entrega de cada persona que donó dinero a la causa.
Los 8,8 grados en la Escala de Richter, y el sinnúmero de réplicas sentidas a lo largo del territorio, no han sido suficientes para doblegar la escasa esperanza que vive en los chilenos, que han sufrido la pérdida de sus bienes materiales, se han tenido que defender de saqueadores sin cultura alguna, y de un terremoto que remeció hasta lo más profundo del ser.
El abrazo, espontáneo para muchos, entre Michelle Bachelet y Sebastián Piñera, coronó la noche perfecta de “Chile ayuda a Chile”, haciendo sentir a 16 millones un orgullo floreciente, luego del golpe sufrido el fatídico 27 de febrero pasado, un día que quedará como uno de los más tristes de la historia, pero también, uno que vio la fortaleza del ser humano cuando decide aunar fuerzas y salir adelante una vez más. Chile, lo hizo de nuevo.
La maratónica jornada vivida en el Teatro Teletón, fue la ocasión donde artistas, deportistas y periodistas, se juntaron para promover la conciencia de unión y ayuda que el país necesita, no sólo por el tema monetario, sino también por un tema de espíritu nacional, ese mismo que ha sacado a flote al país después de cada catástrofe, como la de 1960, de 1985, y ahora la del 2010.
La presidenta Michelle Bachelet, fue clara en señalar que esto es sólo el comienzo, y que los millones juntados, en comparación con lo que el país necesita para ser reconstruido (30 mil millones, pero de dólares), son sólo un ladrillo de la casa que debe ser levantada, aunque destacó la entereza, amor y entrega de cada persona que donó dinero a la causa.
Los 8,8 grados en la Escala de Richter, y el sinnúmero de réplicas sentidas a lo largo del territorio, no han sido suficientes para doblegar la escasa esperanza que vive en los chilenos, que han sufrido la pérdida de sus bienes materiales, se han tenido que defender de saqueadores sin cultura alguna, y de un terremoto que remeció hasta lo más profundo del ser.
El abrazo, espontáneo para muchos, entre Michelle Bachelet y Sebastián Piñera, coronó la noche perfecta de “Chile ayuda a Chile”, haciendo sentir a 16 millones un orgullo floreciente, luego del golpe sufrido el fatídico 27 de febrero pasado, un día que quedará como uno de los más tristes de la historia, pero también, uno que vio la fortaleza del ser humano cuando decide aunar fuerzas y salir adelante una vez más. Chile, lo hizo de nuevo.
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