miércoles, 7 de enero de 2009

Se acerca el día "D"


A pasos agigantados se acerca una nueva elección presidencial donde se conocerá el nuevo nombre que ocupará el asiento de La Moneda a partir del 2010. Michelle Bachelet, actual mandataria del país, ha tenido una gestión aceptable y con una aprobación por parte del electorado que ha ido de menos a más. En el último sondeo, Bachelet obtuvo un 50% de respaldo, índice que ha reflejado su buen accionar en los últimos meses pese a la crisis y a los constantes ataques políticos que ello conlleva, sobre todo desde la Derecha, que se ha esmerado en desbancar del populismo a las principales figuras de la Concertación.




El 2009 no pudo comenzar más intenso e intrigante, ya que, a la ya confirmada bajada del ex presidente Ricardo Lagos de la candidatura a la presidencia, se sumó la renuncia del Secretario General de la OEA (Organización de Estados Americanos), José Miguel Insulza, a la opción de ser el próximo presidente de Chile. El ex ministro, siempre fue una carta fuerte dentro del Oficialismo pero nunca tuvo la total convicción de querer aventurarse a ser el candidato de la Izquierda. Al mismo tiempo, prefirió "despejar" el camino al seguro aspirante a la Moneda, Eduardo Frei Ruiz-Tagle, quien quiere llegar por segunda vez a la presidencia avalado por la buena crítica y la notable aceptación en los sondeos realizados recientemente, que lo sitúan como el favorito entre la Concertación y sólo superado en popularidad por el candidato de la Derecha, Sebastián Piñera.

De todas formas, el escenario se torna complejo para los actuales ocupantes de la Moneda, ya que Piñera se ha ido afianzando fuertemente en las encuestas. Sin ir más lejos, el empresario cuenta con una adhesión cercana al 40%, seguido de lejos por Frei, quién bordea el 27% de respaldo, 15 puntos porcentuales más que la encuesta pasada, índice no menor si se considera que aún faltan 11 meses para las elecciones, en los cuales, el actual ministro, intentará arrebatarle votos decisivos a Piñera.



Del lado de la oposición, la situación comienza a perfilarse clara para el accionista de LAN, ya que no existe otra figura de peso político que pudiera arrebatarle votos y confianza a Piñera. Por un momento, se pensó en el desgastado Joaquín Lavín, pero el ex alcalde de Santiago, nunca pudo revertir la impopularidad que gozaba y luego de enfrentarse en primera vuelta a Bachelet y al mismo Piñera, dejó de ser una carta viable en busca de la esquiva presidencia. Por su parte, el militante de la UDI, Pablo Longueira, se perfiló como posible candidato, pero los sondeos no lo favorecieron y optó por la conveniencia colectiva dejando de lado sus pretensiones personales, lo cual ayudó aún más al accionista de Colo-Colo en busca de amasar un favoritismo irreversible.

Quedan 10 meses de campaña donde cada día, será más intenso que el anterior, ya que los ataques, los defectos y la búsqueda del voto necesario, serán pan de cada día hasta diciembre, donde se sabrá quién será el próximo presidente de Chile, o al menos, el mejor perfilado de cara a la segunda vuelta en enero del 2010.

Los cerca de 7 millones de votantes inscritos serán los encargados de mantener la misma línea que ha permanecido por casi 20 años, o inclinarse por la transición, la oferta de lo nuevo, de no quedarse en la misma tendencia que según la oposición ha estancado el crecimiento nacional. Más de lo mismo, o traer lo diferente son las opciones. Chile tiene la palabra.

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