Cuando se anunció la contratación de Marcelo Bielsa, muchos chilenos, pensaron que con el, todo mejoraría desde el primer partido contra Argentina en Buenos Aires donde la selección cayó inapelablemente por 2-0. Fue un resultado poco alentador, el cual nos trajo de vuelta a la realidad, esa que nos afirma que Bielsa no iba a cambiar el fútbol chileno y su nivel de una día para otro, porque el proceso eliminatorio conlleva un par de años de trabajo y cambiar las bases del fútbol chileno mucho tiempo más.
Muchos comenzaban a perderle la fe cuando la selección chilena cayó en el nacional frente a Paraguay por un claro 3-0. Ya se hablaba de una de las peores rachas cómo técnicos al mando de la selección y no se daban cuenta que estaban perjudicando a todo el equipo en vez de aportar para seguir trabajando con la misma consistencia y lograr cosas importantes.
La oportunidad de demostrar un trabajo dogmático vino de la mano del torneo juvenil en Toulon donde Chile ya es finalista en su primera intervención como participante, algo histórico si se piensa que la "Roja" no venía con el cartel de candidato por razones obvias, pero más allá de esos datos, se ve un Chile distinto, jugado, luchador, pero lo más impresionante es que se ve un Chile inteligente a la hora de jugar con un esquema ordenado poco común que a su vez, ha visto nuevos valores nacionales escondidos, cómo es el caso de Orellana, Volante de Audax Italiano, que ha sido vital en el ascenso de Chile hacia la esperada final del próximo jueves. Otros jugadores como Morales o Villanueva han respondido a la expectativa, sobre todo Morales autor de un golazo frente a Costa de Marfil en semi-finales.
Es claro que son los jugadores los que están dentro de la cancha pero el trabajo que hay detrás con Bielsa a la cabeza, juega un papel fundamental para tener un juego inteligente y vistoso, que ojalá se traslade a la selección adulta en compromisos válidos por las clasificatorias mundialistas.
Un aspecto realmente destacable es el hecho de la disposición de todo el plantel por hacer las cosas bien dejando de lado todo lo que pueda perjudicar su concentración cómo las posibles ofertas por algunos jugadores o el clásico comentario tratando de minimizar la actuación en un "simple torneo juvenil sub-23" los cuales hacen más daño que bien al medio futbolístico, porque lo que se juega aquí es un prestigio, una recopilación de posibles aportes al futuro de la "Roja" y sobre todo el objetivo de darle un nombre a nuestro país en torneos de esta trayectoria de cara a desafíos futuros.
Tal cómo lo dijeron los jugadores, es el amor a la camiseta lo que los motiva, el amor a hacer algo importante por su selección y algo importante por su país.
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