domingo, 28 de diciembre de 2008

Un año para recordar

El 2008 comienza a decir adiós. Un año histórico, conflictivo y que finaliza de manera sangrienta con el intenso bombardeo en la franja de Gaza que ha costado la vida de 300 personas.

Sin duda, la atención del mundo entero estuvo volcado en el otrora emperador del mundo, Estados Unidos. La crisis bursátil en Wall Street golpeó fuerte el corazón de los norteamericanos tras años de derroches, malas decisiones y una inversión totalmente desvirtuada empezando por la guerra de Irak, que debiera terminar más temprano que tarde. El pánico caló hondo en los empresarios e inversionistas, ya que hubo semanas realmente aterradoras, con números rojos al final del día, lo que, repercutió en los países que dependen de una manera u otra del gigante norteamericano, muchos de ellos, latinoamericanos. Poco a poco, la estabilidad comienza a volver a los bolsillos mundiales, pero la crisis no va para ningún lado y la temida recesión llegó silenciosa pero letal; nos espera un 2009 en la incertidumbre.


Barack Obama, se convirtió en el nuevo presidente de los Estados Unidos, y no sólo escribe una página de la historia por ser el primer afroamericano en ocupar el sillón de la Casa Blanca, sino que llega a ser la esperanza de blancos, negros e inmigrantes dentro de un país que ha perdido confianza, amor y seguridad a los ojos del mundo entero. Con más de 50 millones de votos, arrasó con John McCain, que nunca pudo desligarse del impopular Bush, que se va de Washington con un apoyo rondando el 20%, sólo comparable con el que se fue su padre, George Bush a principios de los 90´. El demócrata Obama llega como el cambio que necesita América, pero su inexperiencia será un peso con el que deberá lidiar no sólo en el 2009, sino que a lo largo de los 4 años de gestión; de todas formas, en ganas y en inteligencia no se queda.

Beijing se vistió de gala para brindar los juegos olímpicos más espectaculares de la historia y de paso, "pisoteó" a Estados Unidos en el medallero. Esta situación no ocurría hace más de una generación, aunque China venía haciendo ruido hace más de una década con hambre de triunfo y en su casa, logró el objetivo. Pero el verdadero protagonista, fue el nadador estadounidense, Michael Phelps, quién logró 8 medallas de oro, transformándose en el atleta más ganador de la historia, superando lo hecho por Spitz en 1972, cuando logró 7 preseas doradas. Los orientales dejaron la vara alta, y se deberá aguardar por lo que puedan hacer los ingleses en Londres el 2012.

España se convirtió en el nuevo monarca de Europa, alzándose por segunda vez en toda su historia con ese trofeo. Se encumbró en el primer lugar de la FIFA y terminará el año como la mejor selección del 2008. En el tenis, Roger Federer no pudo resistir más a la presión del español, Rafael Nadal y le entregó el número uno al hibérico, tras 4 años como el mejor de todos. A pesar de un año bajo, el suizo logró la medalla de oro en los juego olímpicos en la categoría de dobles y conquistó el US Open, aunque deberá luchar el 2009 con mayor ímpetu si quiere retomar el primer puesto y no ceder la segunda posición, ya que el serbio Novak Djokovic acecha de cerca; todo podría dilucidarse en enero, cuando comience una nueva temporada de tenis del circuito mundial.

Chile, no tuvo un año tremendamente exitoso pero tuvo hitos importantes. Uno de ellos fue la medalla de plata de Fernando González en Beijing, convirtiendose así, en el atleta chileno más ganador de la historia. La selección chilena de fútbol logró lo impensado, derrotar a la selección adulta de la Argentina. De la mano de Bielsa, la Roja pudo doblarle la mano al destino y conseguir su primera victoria frente a los trasandinos en toda la historia, con el solitario gol del emergente volante chileno, Fabián Orellana. Un partido que difícilmente podrá ser olvidado y que significa una arenga importante de cara al último año de eliminatorias mundialistas.

El 2008 será recordado como el año que marcó el antes y el después en un mundo derrochador, irresponsable y con poca visión hacia el futuro, abusando de la confianza y pagando muy caro los "platos rotos" de una crisis que tardó en llegar, pero que golpeó fuerte los bolsillos de los norteamericanos y del resto del mundo, pero sobre todo, golpeó el orgullo de un país norteamericano acostumbrado a ser el puntal del olimpo, un sistema que le da la espalda y que comienza a relegarlo a un segundo plano, dándole paso a las potencias emergentes como China y la India, sin quitarle los ojos a Rusia, un "gigante dormido".

Se avecinan 365 días memorables, donde muchas situaciones deberán ser definidas, con promesas por cumplir, alegrías por recordar, desiluciones por conocer y momentos que marcarán la historia una vez más.

El 2008, será difícil de igualar, pero cada año trae algo distinto y el 2009 no será la excepción.

sábado, 20 de diciembre de 2008

la esperanza de un país bajo el mismo techo


Una vez más, Chile se entrega a su gente. Jóvenes de todos los rincones, en su mayoría estudiantes, sacrificarán, o más bien, enriquecerán parte de sus vacaciones veraniegas a la construcción de mediaguas en diversos sectores del país donde se conoce de memoria el día a día de la gente más pobre de Chile: drogas, pobreza, marginalidad.

El ejemplo que despliegan decenas de jóvenes por darle un techo a miles de familias sumidas en la miseria, ha trascendido los años y las fronteras, ya que en los últimos 11 años, países como Perú y El Salvador, se han unido a la causa en sus respectivos territorios, en busca de los más necesitados, llevando esperanza a los rostros opacos de gente que nunca conoció otra cosa que no fuera la discriminación del resto de la sociedad.

Todo comenzó con la idea de construir 350 viviendas para familias que vivían en la pobreza extrema, atrayendo un grupo de jóvenes que quedaron entusiasmados con el proyecto, ya que fue tal el éxito, que decidieron dar el siguiente paso y masificar las construcciones, localizándoze en distintos lugares del país, sobre todo, en los más azotados por las condiciones climáticas que afectaban a poblados y ciudades de todo el territorio.

El crudo invierno, el escaso presupuesto, y el difícil apoyo de la gente con recursos, hacía tambalear los propósitos de esta institución, aunque la fuerza de la juventud chilena fue más fuerte, y cada vez que su mano de obra era requerida, fuera, en invierno o en verano, ellos acudían al llamado, en mayor cantidad y con mayor coordinación en busca de la esquiva ayuda que no tardaría en llegar.

Por irónico que resultara, los desastres naturales, se convertían en el factor que sensibilizaba de gran manera a la sociedad, aportando más dinero a la causa, sobre todo, si se contaba con el apoyo de los medios de comunicación y el mayor prestigio que iba adquiriendo Un Techo para Chile con el pasar de los años, a tal punto, que para el 2000, había trazado y cumplido la meta de las 2000 viviendas construidas.

El éxito, el hambre de lograr cosas imposibles, y sacar a Chile de la pobreza extrema, llevaron a los integrantes de esta familia, a poner la vara aún más alta para el 2010: erradicar definitivamente los campamentos para el bicentenario y aportar su grano de arena en busca de la añorada igualdad y dignidad entre los chilenos. Con la entereza y el ímpetu de miles, se puede lograr motivar el corazón de millones para lograr dicha meta, y no hay duda que así será.

Se va el 2008, y una vez más, jóvenes de todo el país, se reunen para tomar sus herramientas, y darle a Chile un poco más de esperanza, devolver la sonrisa a las familias, y otorgarles una felicidad tan grande, que cabe en el techo más añorado por los millones de chilenos que quieren de su país, uno mejor, en el techo de la dignidad, del amor, de la solidaridad, en el techo por y para Chile.